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¿Por qué es tan difícil entendernos?

¡Problemas de Comunicación:

son detonadores de emociones que crean barreras!


¿Has escuchado alguna vez la expresión?:

¡Tenemos problemas de comunicación!, ¡No nos entendemos!


Me referiré al Trabajo, aunque verás que esto opera todos los ámbitos de tu vida.


Los problemas de no entenderse, de que no comprenda lo que el otro quiere o que no haga lo que se le pide en el trabajo; casi podríamos generalizar que todos en algún momento los vivimos o los estamos viviendo.


Uno expresa al otro lo que le interesa, sin embargo, creo que desde ese objetivo hay que empezar a modificar algunas cosas:

¿Le interesará al otro lo que le quieres decir?


En el trabajo: muchas de las comunicaciones que hacemos es para informar y que el otro sepa que sucede o para solicitar algo. Los que mejor entienden el tema de comunicación, al hacer un pedido al otro, le ofrecen una explicación.


Unos más competentes, le preguntarán si le es posible hacerlo.


Otros aún mejores, le preguntarán ¿En qué te ayudo para que lo logremos?


Sin embargo, nos topamos la mayoría de las ocasiones con que son solicitudes o información que no lleva contexto.


Y si algo no lleva contexto, CARECE DE SIGNIFICADO, no hace sentido.


Cuando la información que recibimos, lo que se nos pide o lo que se nos dice tiene contexto, amplía la posibilidad de que podamos comprender, que le demos sentido, mejorando la respuesta que demos.


¿Un caso frecuente?

Pongamos el ejemplo de una persona que prepara alimentos en un restaurante

“UN CHEF”


En algunos momentos le llegará a decir el mesero que el platillo que sirvió, no le gustó al cliente y que se quejó por alguna razón. En el mejor de los casos el Chef, preguntó o le dijeron lo que al cliente exactamente no le gustó.


Eso digamos que es una retroalimentación que le servirá. Tal vez no comprenda mucho porque no le gustó al cliente y pensará: ¡No entiendo qué no le gustó, siempre lo preparo así! Tal vez pueda reconocer algo que le pudo fallar.


Las emociones son detonadores de acciones muy poderosas, tanto constructivas como destructivas de nuestros objetivos o de los objetivos de otros.


Tener consciencia de que nuestras comunicaciones detonan emociones es acercamos a la buena comunicación.


¿Cuándo solo sabemos de nuestros errores o insatisfacción del cliente? La información que tiene es de sus errores, pocas ocasiones le comunican que todos salió bien. Todos estos comentarios sobre el trabajo causan emociones y nos llevan a buscar explicarnos el porqué del resultado, ya que nos falta información.

Me pregunto ¿Cuándo el mesero es tan competente que les pregunta a los clientes específicamente sobre un platillo, si estuvo bien, que le pareció y, además, sean tan conscientes del Chef como parte de su equipo de trabajo para que le comunique la información en ese momento, lo retroalimente de forma precisa y pueda mejorar?


Los Chefs, en este caso, viven preparando platillos para clientes fantasmas, que no saben en general de su satisfacción, pero eso sí, saben de sus quejas.


Como en cualquier otra actividad que no recibimos retroalimentación: objetiva, oportuna, clara y precisa, creamos emociones que nos llevan a no tener significado de nuestro trabajo, provoca estados de ánimo de insatisfacción, porque no es reconocido nuestro trabajo por el cliente o por el jefe, o por la organización y va perdiendo sentido hacerlo bien y esforzarse.


La Retroalimentación: objetiva, precisa, oportuna y clara, establece lazos sólidos en los equipos de trabajo.


La dificultad de entendernos radica en acciones como esta:

No estamos conscientes o al menos pensamos muy poco en el otro, preguntémonos:

  • ¿Decimos las cosas con claridad para el otro?

  • ¿Lo hacemos en el momento oportuno?

  • ¿Pensamos y planeamos lo que comunicaremos en función de su perfil?

  • ¿Tratamos de entender si lo que le diremos le será útil?

  • ¿Buscamos el contexto para decirlo?

  • ¿Cuidamos el mensaje emocional que le estamos mandando cuando se lo decimos?

  • ¿Evitamos las descalificaciones?

  • ¿Nos enfocamos en hechos?

  • ¿Usamos el lenguaje de forma propositiva?

  • ¿La honestidad y sinceridad va por delante?

Como te habrás dado cuenta, el enfoque es “YO TENGO la responsabilidad de buscar EL ENTENDIMIENTO del otro” y que yo cumpla así mí objetivo.


“Vivimos en mundos INTERPRETATIVOS”


El termómetro de la comunicación está en la respuesta que recibimos

incluyendo su emoción.


Benjamín Olivares Roig

Coach Especialista en Productividad, Bienestar y Sostenibilidad, bajo metodologías internacionales


Sinergia en Competencias y Competitividad

sinergia@sinergiaequipo.org

https://www.sinergiaequipo.org/

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